5 REGLAS BÁSICAS PARA MANTENER UNA BUENA RELACIÓN CON EL PERIODISTA

En la vida nos regimos por reglas. Aunque siempre haya algunos que se las salten.

Ya sean escritas o no, la correcta convivencia entre seres humanos depende directamente de ellas y de su mejor o peor cumplimiento.

Y aunque Picasso dijera eso de “aprende las reglas como un profesional, para que puedas romperlas como un artista” la verdad es que en determinados aspectos de nuestra vida no conviene saltárselas muy a la torera.

Sucede mucho cuando jugamos el partido en campo contrario, es decir, cuando nos metemos en terrenos o áreas que no controlamos y, además, lo hacemos buscando algún objetivo en concreto.

El “Manolete, Manolete, si no sabes torear pa´que te metes” de tooooooda la vida.

Pues bien, cuando queremos ganarnos la confianza de los periodistas o que éstos, por lo menos, tengan en cuenta las notas o contenidos que les enviamos debemos tener también muy claras unas reglas básicas para mantener una buena (y productiva) relación con ellos. Esto es muy importante, sobre todo, cuando empezamos a dar nuestros primeros pasos en esto de aparecer en los medios de comunicación.

Por ello, vamos a repasar estas 5 reglas básicas para mantener una buena relación con los periodistas, las cuales hemos ido aprendiendo a lo largo de muchos años de conversaciones, emails y algún que otro desayuno de prensa. Como todo en la vida, algunos de estos aprendizajes han llegado después de “patinazos” o meteduras de pata que quedarán para siempre fijados en lo más profundo de nuestro orgullo.

1. Respeta la jerarquía, nunca puentees a un periodista.

Suele ocurrir que, tras un cierto tiempo enviando nuestras notas de prensa a un determinado redactor y de haber establecido ya con él una relación más o menos habitual, de repente tenemos (o eso creemos) una determinada noticia o contenido “súper mega importante”.

Y es en ese preciso  momento cuando se nos ocurre la “maravillosa” idea: ¡Eureka! ¿Y por qué no se la envío directamente al redactor jefe o, mejor aún, al director del diario? Al fin y al cabo, ellos son los que mandan y seguro que de esa manera, me la publican fijo…

¡Error! Cada vez que digo esto me viene a la cabeza el pulgar hacia abajo del famoso spot de un comparador de precios de seguros. Mis más sentidas disculpas, pero tenía que decirlo…

Volviendo al tema que nos ocupa, no hay cosa que más moleste a un periodista que puentearle. Y cuando decimos puentear, podríamos sustituirlo perfectamente por infravalorar, menospreciar, etc. 

Te aseguro que si se entera de que nos lo hemos saltado con premeditación y alevosía, la relación que manteníamos con él o ella hasta ese momento se verá muy tocada o, incluso, saltará por los aires. 

Vamos, que se avecina un “cese temporal de la convivencia” en toda regla.

Así que ya sabes. Cuidemos a nuestros contactos, respetemos las cadenas de jerarquía y, sobre todo, no los saltemos cuando creamos que más nos conviene.

2. Infórmate, conoce sus horarios y dinámicas de trabajo.

Aunque parezca raro, todavía hay mucha gente que envía sus notas o llama a los periodistas sin preocuparse siquiera en conocer sus horarios, dinámicas de trabajo, etc.

Esto es como si los repartidores te llevasen los paquetes sin tener en cuenta las horas a las que estás en casa. Bueno, quizás este no sea el mejor ejemplo…

Ya me entiendes.

Lo menos que podemos hacer antes de llamar o enviar una nota de prensa a un periodista es investigar y conocer cuáles son sus horarios y dinámicas de trabajo. Más que nada porque si no lo hacemos corremos el riesgo de que nuestras notas de prensa acaben sumergidas en el fondo de sus bandejas de entrada.

Por ejemplo, en el caso de los diarios o periódicos de información general, sus redactores no suelen acudir a la redacción hasta última hora de la mañana, o incluso el mediodía. La razón es que muchos de ellos emplean las mañanas para cubrir determinados actos como ruedas de prensa o presentaciones, y ya por la tarde vuelven a sus puestos de trabajo.

También es habitual que muchos de ellos permanezcan en la redacción hasta altas horas de la noche o hasta el cierre de la edición del día siguiente, y por tanto no regresen a ella hasta la tarde del día siguiente. 

Además, tras la pandemia un buen número de periodistas sigue trabajando desde sus casas lo que dificulta aún más esta localización o contacto telefónico.

3. Busca su feedback, interésate por sus preferencias informativas.

Otro de los errores que reduce mucho la efectividad del envío de nuestras notas de prensa es desconocer qué tipo de contenidos prefiere cada periodista o medio.

Por ello, lo mejor siempre es preguntar. Cuando contactes por primera vez con un redactor/a, no pierdas la oportunidad de preguntarle qué tipos de contenidos le encajan más porque, ya sea por decisión propia o por imposiciones de sus superiores, siempre hay determinadas informaciones que son más factibles de ser publicadas en su medio

Y si no consigues contactar con el periodista en cuestión, otro truco es visitar la web del medio y ver qué tipos de contenidos predominan: entrevistas, artículos de opinión, reportajes…

4. Haz seguimiento de tus notas de prensa. Llama para informarte, nunca para exigir.

Este es, sin lugar a duda, uno de los puntos que más controversia suscita en la relación entre periodistas y agencias o responsables de comunicación.

Y es que ya desde la carrera de Periodismo, y dependiendo del profesor que te tocara, la recomendación era totalmente diferente. Unos lo tenían clarísimo: había que hacer seguimiento de la nota, es decir, contactar con el periodista uno o dos días después de su envío para confirmar que la habían recibido correctamente y, de paso, saber qué les había parecido el contenido.

Los periodistas, por el contrario, suelen considerar este seguimiento como una especie de presión encubierta para que publiquen nuestras notas de prensa.
Nuestro consejo es que, en la medida de lo posible, realices este seguimiento pero lo hagas siempre de una manera natural, para obtener ese feedback del periodista y nunca para imponer la publicación de esa nota. Lo mismo ocurre con las convocatorias de prensa, si bien es verdad que aquí la cosa cambia un poco ya que contamos con una “excusa” de mayor peso que el periodista suele comprender: la de confirmar el número de asistentes a la rueda de prensa o presentación de cara a la organización de la sala o el número de cubiertos en caso de que el acto vaya acompañado de un posterior ágape o desayuno.

5. Valor, valor, valor. Apórtalo siempre.

Podríamos decir que, aunque sea la última de la lista, esta es la regla básica para mantener una buena relación con el periodista y, sin ella, las cuatro anteriores no nos servirán para mucho.

Podemos respetar su jerarquía, hacer un correcto seguimiento de nuestras notas o conocer a la perfección los horarios de trabajo de nuestros periodistas clave pero, como la información que pasemos no tenga interés alguno, todo se irá por la borda.

Para ello, te proponemos un sencillo ejercicio que deberíamos hacer siempre antes de enviar una nota de prensa. Es tan sencillo como hacernos estas preguntas antes de enviarla: ¿el contenido llamaría nuestra atención si nos topáramos con él en un diario, web, etc?, ¿es realmente interesante para nuestro público objetivo?, ¿aporta algo nuevo?

Es habitual que en ocasiones nuestro propio ego nos impida tomar perspectiva, separarnos del contenido y percibir claramente su verdadero valor o “punch”. Incluso, enviemos contenidos que se parecen más a textos publicitarios y no informativos.

Así que, si el contenido no es lo suficientemente potente, no lo envíes. Porque el problema ya no es que el periodista no nos lo publique sino que, de seguir pasándole contenidos “paja”, acabará por asociar nuestro nombre o marca a informaciones de escaso interés. Y de paso, etiquetará nuestros emails para que vayan directos a la carpeta de spam.

Estas son sólo cinco reglas básicas para mantener una buena relación con el periodista, pero seguro que conoces algunas otras igual de interesantes y efectivas. Puedes dejarlas en los comentarios del post… prometemos no contarlas por ahí. Palabrita del niño Jesús.

Y recuerda, si quieres aparecer en los medios pero que seamos nosotros los que nos encarguemos de todo el “tinglao”,  pincha aquí y agendamos una breve reunión informativa.

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